viernes, 9 de agosto de 2013

Hubo combates en los tiempos magmáticos

Cara norte del Espigüete. Monumental espectáculo de rocas, derrumbes y cortados.
Terreno ideal para el rebeco.
El montañero sólo puede admirar su agilidad insultante.







Estas montañas no ofrecen más que una profusión de sensaciones que experimentar en el momento. El hombre nunca las mejorará. En este grandioso paisaje sin promesa, los calculadores saldrán frustrados. Nada someterá a esta naturaleza. Reposa, entregada sólo a la apreciación de almas desapegadas de toda ambición. La taiga no armoniza con los sueños de fertilización. ¡Planificador, sigue tu camino, vuelve a la Toscana! Allá, bajo cielos templados, los paisajes esperan que el hombre los disponga en campos. Aquí, en este anfiteatro, los elementos reinarán por la eternidad. Hubo combates en los tiempos magmáticos, ahora se ha hecho la calma. El paisaje, descanso de la geología.

Sylvain Tesson, La vida simple, Alfaguara, Madrid 2013

1 comentario:

Ralph dijo...

This is gorgeous!