lunes, 15 de abril de 2013

Adiós bipartidismo, adiós

"El bipartidismo se resquebraja". Con este titular EL CORREO (y el resto de diarios regionales del grupo Vocento) se hace eco en su edición de ayer de uno de los datos más llamativos ofrecidos por el CIS en su barómetro de febrero: la disminución del porcentaje de voto de los dos grandes partidos estatales, PSOE y PP, que ven cómo, tras tres décadas de alternancia en el poder, sufren la creciente desafección del electorado. Según el CIS, la expectativa de voto del PP sería en estos momentos del 35%, nueve puntos menos que en las elecciones de 2011, quedándose el PSOE en el 30,2%. Mientras tanto, otros partidos como IU o UPyD verían aumentar significativamente su intención de voto.
METROSCOPIA, en su barómetro electoral de abril, detectaba un descalabro aún mayon de los dos grandes partidos. Reproduzco algunos fragmentos de este informe:

En promedio, la distribución de los porcentajes de votos válidos obtenidos por cada partido que ha caracterizado las elecciones generales celebradas en nuestro país ha sido de75/25: 75 % de los votos repartidos entre PP y PSOE y 25 % entre el resto de partidos con representación parlamentaria. Ahora, sin embargo, la tendencia que apuntan los últimos barómetros de Clima Social de Metroscopia es que nuestra sociedad se puede estar encaminando hacia un tipo de reparto de los votos muy distinto: 50/50. O para ser más precisos, hacia una distribución en tres grupos 50/30/20: el 50 % correspondería a la suma de votos logrados por PP y PSOE; el 30% a la suma de votos de  IU y UPyD;  y el 20 % restante a los que corresponderían, en conjunto, a los partidos nacionalistas y regionalistas.
Si se celebrasen ahora unos comicios generales, el PP obtendría un 24.5 % de los votos, el peor porcentaje logrado por este partido desde que, en 1989, compareció por primera vez con estas siglas en unas legislativas, y el PSOE un 23 %, su peor resultado histórico. Tanto IU como UPyD se verían beneficiadas electoralmente del fuerte descenso de los dos principales partidos y podrían casi duplicar -en el caso de la coalición rojiverde- o triplicar -UPyD- su resultado de 2011, de forma que, entre los dos, podrían hacerse con casi un tercio del total de votos válidos emitidos. Esta estimación hipotética de resultados parte, en todo caso, del supuesto de una participación históricamente sin precedentes en elecciones generales: en torno al 53 % tan solo.


Por cierto. la desafección del electorado es particularmente aguda entre los votantes de los dos grandes partidos.


González Pons confía en que se trate de una situación coyuntural, de manera que la salida de la crisis supondrá la vuelta a los "buenos viejos tiempos" del bipartidismo tradicional. Creo que se equivoca.

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